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'Nuremberg': el Holocausto es ahora un romance trágico

  • Marta Camarena Ferrero
  • 9 oct
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: hace 3 días

El nuevo drama histórico de juicios que condena al espectador al aburrimiento


Nuremberg. - SONY PICTURES
Nuremberg. - SONY PICTURES

James Vanderbilt ya ha estrenado en San Sebastián su nueva película Nuremberg, y en mi mente no para de repetirse la, cada vez más frecuente, pregunta: ¿para qué hacer esta película si ya hay otra que trata el mismo tema mucho mejor? Stanley Kramer ya sorprendió al mundo con ¿Vencedores o vencidos?: El juicio de Nuremberg (1961), donde juzgaban a cuatro jueces cómplices de los horrores del Holocausto, y planteaba la cuestión de si los nazis juzgados eran realmente despiadados o también víctimas del régimen. Una discusión que resulta absurda en este caso, ya que se está juzgando a nada más ni nada menos que al heredero directo del Reich alemán.


Entonces, ¿qué novedad trae la película de 2025? Aparte de un intento de lectura más psicológica de las mentes nazis, no se me ocurre nada. De hecho, diría que los momentos más impactantes de la cinta son una recreación de los que ya vimos en su predecesora.


Judgment at Nuremberg. - UNITED ARTISTS
Judgment at Nuremberg. - UNITED ARTISTS

Por otro lado, la película disimula hábilmente su falta de documentación y sentido moral a través de una épica banda sonora, que constantemente le indica al espectador cuándo tiene que mostrar interés por una escena y cuándo puede permitirse una cabezadita. Es, en esencia, como una película de Marvel que consigue entretenerte durante dos horas y media, pero que no aviva tus ganas de saber más allá. De hecho, resulta increíblemente similar a El Capitán América: el primer vengador, solo que, en vez de tener a Chris Evans combatiendo nazis, tenemos a Rami Malek y Russell Crowe compartiendo un imposible bromance.


El argumento lo guía la mirada curiosa del psiquiatra Douglas Kelley, encargado de evaluar el estado mental de los nazis reclusos que serán juzgados. Es entonces cuando se le rompen todos los esquemas al conocer a un Hermann Göring que habla alemán con acento americano. Solo oyendo la premisa, la película podría ser una entrañable historia sobre dos amigos con ideales completamente distintos que encuentran el entendimiento mutuo a pesar de sus prejuicios iniciales, si no fuese por el pequeño detalle de que a uno de ellos le están juzgando por crímenes contra la humanidad.


Cabe recordar que Hermann Göring no es un personaje ficticio que se pueda usar como reflejo de una América problemática. No es un tóxico Marlon Brando del que enamorarte aunque no debieras. Göring fue la mano derecha de Hitler y, por tanto, uno de los principales responsables de millones de muertes durante uno de los peores genocidios registrados. Es por ello que no entiendo cuál es la intención de la película al tratar de hacerte empatizar con él, al intentar enseñarte que él también era humano, que tenía su corazoncito y que amaba a su mujer e hija.


Nuremberg. - SONY PICTURES
Nuremberg. - SONY PICTURES

Es una película hipócrita, que, a regañadientes, confiesa que no todos los alemanes son tan malos ni todos los americanos tan buenos; una crítica bastante obvia hacia el gobierno trumpista actual y su apoyo al Estado genocida de Israel. Eso sí, por lo general, Estados Unidos es retratado como un país misericordioso que, aunque te condena a muerte, te lleva de la mano y con lágrimas en los ojos a la soga.


A la vez, me pareció un poco extraña la decisión de insinuar el genocidio de Gaza a través de la matanza judía que, tristemente, sirve como principal argumento sionista para justificar un nuevo holocausto. Entiendo que la intención era comparar ambos horrores y que la película pretende resaltar la ironía de afirmar que los juicios de Núremberg se celebraron para que “nunca volviese a ocurrir algo así”. Sin embargo, no puedo evitar salir del cine con un amargo sabor de boca, con cierto regusto a jabón, por el intento tan evidente de Estados Unidos de lavarse la imagen.


Al final, Estados Unidos vuelve a ganar, aunque sea de manera amarga, y nos avisa de que salvará de nuevo a los marginados, aunque, de momento, esté del lado de los “malos”.



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